Soledad, fantasmas y pollos

-"Deja de molestar a los pollos, que se le caen las plumas de los nervios y eso atrae fantasmas", dijo el de la soledad mirando al de los fantasmas. " Después, no te quejes ". "Además", dijo esta vez el de los pollos, "qué te han hecho ellos a ti para que los estés molestando? Pónte a hacer otra cosa, qué sé yo, saca el piano, pero déjalos en paz!"
-"Es que cuando toca el piano"- interrumpió el de la soledad -"también llegan los fantasmas y empiezan a cantar".
-" No hables de lo que no sabes", visiblemente irritado dijo el de los fantasmas, y mirando al de la soledad añadió " para que no escuches lo que sí quieres saber".
-" Tus amenazas no me hacen nada..recuerda..Nada tengo, Nada quiero, aunque algo soy.." respondió el de la soledad al tiempo que trataba de quitarse una pluma de la punta del zapato.
-" Llevemos la fiesta en paz, como en los tiempos de antes...mejor ayudénme a recoger a los pollos, que ya hay que meterlos en la jaula"
-" Pollos! Pollos! Tú y tus asquerosos pollos! Que no hacen mas nada que ensuciar y cagarse en las teclas de mi piano!" dijo el del piano.
-"Pero pensé que no tocabas por lo de tus fantasmas..como dijo el de la soledad..a mis polllos no les eches la culpa, no.."
-" Y que ha de saber ése? Sí, ese mismo que ves ahí sentado, ese que no tiene pollos ni fantasmas porque su soledad se encarga de aniquilarlo todo..Ese que no tiene fantasmas porque él mismo uno a uno los mató.."
-" Más respeto, que tengo mi nombre", musitó el de la soledad, " y eso de "ese" me suena un tanto despectivo.."
-" Pero me van a ayudar a entrar los pollos sí o no? " preguntó el de los pollos.
-" Entralos tu,,después de todo son tuyos, no?" Respondió el de la soledad.
-" Aquí cada quien carga con lo suyo ..Yo con mis fantasmas, aquel con su soledad y tu con tus pollos..."
-" Pero...no me van a dar ni siquiera una ayudita?"
El de la soledad y el de los fantasmas se miraron, y estallaron en risas, mientras el de los pollos seguía esperando su ayuda.
-" Es que solo a ti se te ocurre", dijeron el de la soledad y el de los fantasmas casi al mismo tiempo, " tener recuerdos que caguen!"

Y siguiendo al de los pollos, que ya los había recogido todos y los había metido en la jaula, se dirigieron adentro.
Caía la noche, y los truenos lejanos anunciaban lluvia.